الثلاثاء، 8 نوفمبر 2011

Incidentes con zapatos


Protestas en Montreal y Toronto, Canadá, el 20 de diciembre de 2008, arrojando zapatos y rompiendo posters de George W. Bush.1

Los incidentes con zapatos, el lanzamiento de los mismos contra alguien o el hecho de mostrar la suela son incidentes asociados principalmente al mundo árabe.2 3 Carteles de George W. Bush junto a zapatos colgados a él han aparecido durante un relativamente largo tiempo en Medio Oriente e incluso la ex Secretaria de Estado Condoleezza Rice era despectivamente conocida como Kundara, que en árabe significa "zapato".3

Los incidentes con zapatos han recibido una renovada atención después de que Muntadhar al–Zaidi arrojase los suyos al ex presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, en diciembre de 2008 durante una conferencia de prensa en Bagdad, capital del militarmente ocupado Irak. Desde el incidente al-Zaidi, se ha informado de incidentes similares, perpetrados por imitadores, en algunos países de Occidente (sobre todo en Europa y América del Norte).

Contenido

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[editar] Contexto

Los zapatos son considerados impuros en el mundo islámico. El periódico The Times of India diría al respecto que las sociedades árabes tienen prejuicios culturales contra el pie, porque es la parte del cuerpo más baja (y por lo tanto más sucia).4 Matthew Cassel, de The Electronic Intifada ha expresado que los medios de comunicación occidentales han exagerado el fenómeno como "árabe" en particular.5

Históricamente, la noción de que los zapatos son un un símbolo de impureza está generalizada en todo el Oriente Medio y no es árabe o islámico en particular. Por ejemplo, dentro del Antiguo Testamento, el libro Éxodo 3:5 sostiene que:

Y Él dijo [Dios hablándole a Moisés] “No te acerques aquí. Quita el calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es”.

Del mismo modo, los musulmanes siempre se quitan los zapatos antes de entrar en una mezquita a rezar. El término para "zapato" o "sandalia", na'al fue usado por Gesenius a modo de glosa: "Poner un zapato sobre un país era un símbolo de toma de posesión".

En los Hechos de los Apóstoles, versículo 13:51, Pablo y Bernabé "se sacudieron el polvo de sus pies contra ellos [es decir, contra los judíos de Antioquía]" en un acto de desafío, antes de continuar su viaje. Asimismo, un obispo etíope del s. XVI, que era embajador del rey Dawit II le habría dicho al rey Juan III (João III) de Portugal que"no se nos está permitido entrar a la Iglesia, a menos que lo hagamos descalzos."

Un obispo etíope del s. XVI que actuaba como embajador de Dawit II de Etiopía, se informa que dijo a Juan III de Portugal que "no están autorizados a entrar en la iglesia, salvo descalzo."

Adam Clarke incluso sugirió que la costumbre de adorar a la Deidad descalzos era general y difundida entre todas las naciones de la antigüedad.

6 En contraste, Al-Ghazali (s. XI) cuestionó o puso en tela de juicio la costumbre de quitarse los zapatos antes de la oración, como un excesivo -y hasta injustificado- énfasis en la "limpieza exterior".7

Los primeros musulmanes concentraban toda su atención y energías en la purificación de sus corazones y eran bastante indulgentes con respecto a su limpieza exterior...

Es mejor recitar las oraciones con zapatos que sin ellos, porque [recién] cuando el Profeta (Mahoma) se quitó sus sucios zapatos, ante el advenimiento del [arcángel] Gabriel, sus compañeros también se quitaron los suyos. Él les dijo: ¿Por qué te has quitado los zapatos? Uno de ellos llamado Nakhyi dijo: Tal vez a alguien en estado de necesidad pase por aquí y se lleve estos zapatos...

Estas cosas ahora han cambiado.

En el mundo musulmán en general, y en el árabe en particular, mostrarle a alguien la suela de un zapato es considerado un grave insulto. No en vano es estrictamente obligatorio entrar descalzo a rezar al suelo sagrado de las mezquitas. Hasta la reina británica Isabel II, durante una visita oficial a un templo islámico tuvo que hacerlo, aunque en su caso especial se le permitió no quitarse las medias. Listado alguien el único de un zapato también se considera un insulto: Así pues, cuando el ex embajador estadounidense ante la ONU Bill Richardson expuso o mostró, sin querer, la suela de su zapato durante una entrevista que tuvo con Saddam Hussein, éste abandonó la sala8 .

[editar] Zapatazos a George W. Bush

El ex presidente estadounidense George W. Bush se agacha para esquivar uno de los dos zapatazos que le arrojase el periodista Muntazer o Muntadhar al-Zaidi, mientras que el Primer Ministro Nuri al-Maliki intentaba atraparlo en el aire. "Esto es por las viudas y huérfanos, y todos aquellos muertos en Irak", gritaría en árabe el enfurecido periodista iraquí".9

El 14 de diciembre de 2008, durante una conferencia de prensa en el Palacio del Primer Ministro Nuri al-Maliki en Bagdad, capital del ocupado Irak, el periodista Muntadhar o Muntazer al-Zaidi arrojó violentamente sus zapatos contra el entonces presidente de los Estados Unidos, George Walker Bush. El mandatario estadounidense, demostrando rápidos reflejos, logró agacharse a tiempo ambas veces. "Este es un beso de despedida de la población iraquí, perro", gritó al-Zaidi en árabe mientras le lanzaba el primero de sus calzados al jefe de Estado.

9 "Esto es por las viudas y los huérfanos, y todos aquellos muertos en Irak", vociferó mientras le tiraba el segundo. Bush, demostrando rápidos reflejos, se agachó dos veces para evitar sendos zapatazos.

Fue entonces cuando al-Zaidi fue arrojado al piso 10 por otro periodista 11 , antes de ser atrapado, pateado y sacado a la fuerza del salón por los guardias del Primer Ministro Maliki.

La entonces portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino resultaría herida en la cara por una jirafa de micrófono arrojada por uno de los guardaespaldas presidenciales, lo que le dejaría un claramente visible ojo morado.12 Algunos periodistas iraquíes presentes en la escena ofrecieron personalmente sus disculpas al presidente Bush por el "anómalo" incidente.

"Gracias por pedir disculpas en nombre del pueblo iraquí. No me molesta," bromeó Bush: "Si quieren [saber más sobre] los hechos, arrojó zapatos del número diez" [talla estadounidense]."13 . Cuando otro periodista le preguntó sobre el incidente, Bush dijo que "Es una forma de llamar la atención por parte de la gente. No sé cuál era la causa del sujeto. No me sentí en lo más mínimo amenazado por ella."14 Cuando más tarde se le pidió que reflexionase específicamente sobre el incidente en cuestión, Bush comentó que "No tuve tiempo para pensar en nada. Me estaba agachando y esquivando".

"No estoy enojado con el sistema. Creo que una sociedad libre está surgiendo, y una sociedad libre es necesaria para nuestra propia seguridad y la paz", agregó posteriormente.15

"No creo que se pueda tomar a un tipo arrojando su zapato como representativo del pueblo de Irak ", sostuvo por su parte la Secretaria Prensa de la Casa Blanca Dana Perino.16 Por lo pronto, la empresa turca que fabrica los zapatos arrojados a Bush, Ramazan Baydan, ha estado experimentando una inusitada popularidad dentro del mundo musulmán, que se ha traducido en un notable incremento en sus ventas. Recibió un pedido por nada menos que 300.000 pares en tan sólo una semana.17

[editar] Zapatazo a Wen Jiabao

Aquí se muestra al ministro Wen Jiabao.

El 2 de febrero de 2009, el premier chino Wen Jiabao se encontraba en Londres, dialogando con el Primer Ministro británico, Gordon Brown acerca de la cooperación económica y las relaciones comerciales entre China y el Reino Unido.18 Ese día, estaba previsto que Wen brindase una conferencia en la Universidad de Cambridge, titulada "Mirad a China en la luz de su desarrollo".

Cuando Wen llegó al final de su conferencia, un hombre, que más tarde sería identificado como Martin Jahnke, un alemán de 27 años de edad19 , se paró entre la audiencia, silbó y gritó, "¿Cómo puede la universidad prostituirse a sí misma con este dictador aquí? ¿Cómo pueden ustedes escuchar las mentiras que está diciendo?" Luego súbitamente Jahnke arrojó uno de sus zapatos a Wen, aunque éste aterrizó a varios decímetros de su objetivo.18

Jahnke fue rápidamente retirado del recinto por los celadores (proctors) universitarios, y luego sería detenido por la policía, bajo el cargo de haber cometido disturbios y de haber "quebrantado la paz"20 Después del lanzamiento de su zapato, el Primer Ministro Wen comentó, "este despreciable comportamiento no puede interferir en la senda de amistad entre China y el Reino Unido18 El vice-rector de la Universidad, Alison Richard comentaría poco después del incidente: "Lamento profundamente que un solo miembro de la audiencia de esta tarde no haya demostrado [el debido] respeto por nuestro orador, como es costumbre en Cambridge. Y agregó que "Esta universidad es un lugar para el argumento con consideración y para el debate, no para el lanzamiento de zapatos"

[editar] Otros ejemplos

El acto de lanzamiento de los zapatos en señal de protesta es un típico aspecto de la cultura árabe que ha comenzado a penetrar paulatinamente a Occidente, ayudado involuntariamente por los medios masivos de comunicación. En 2001, la oficina de la cadena televisiva qatarí Al-Jazeera en Ramallah fue cerrada después de emitir el trailer de un documental sobre la guerra civil libanesa de 1975-90, en el que podía verse que manifestante mostraba zapatos sobre una foto de Yasir Arafat, el histórico líder palestino.21

En el otro lado del mundo, en Occidente, otro enfurecido manifestante, que se encontraba en una reunión de la Autoridad de Tránsito Metropolitana de Tránsito de la ciudad de Nueva York, fue arrastrado por la fuerza fuera del recinto, después de que intentase arrojase su calzado deportivo al CEO (gerente) de esa entidad. Sus últimas palabras, antes de la ser aprehendido por parte de la seguridad del lugar, fueron: "¡Este zapato es para ti!" 22

Inspirados por las acciones de al-Zaidi, pocos días después del mediático incidente en Bagdad (más precisamente el 17 de diciembre de 2008) el grupo anti-belicista Code Pink (sic, "Código Rosa") arrojó -en las inmediaciones de la Casa Blanca- varios zapatos contra una imagen del por entonces todavía presidente de los Estados Unidos, George W. Bush.23

Varios movilizados manifestantes mostraron sus zapatos frente a las embajadas de los Estados Unidos en varias capitales del mundo, no sólo demostrando su indignación frente a ese país, sino en una clara o evidente muestra de su apoyo a la "digna actitud de Al-Zaidi".24 25 26

Por su lado, un reportero ucraniano apedreó a un político de su país el 20 de diciembre de 2008. El reportero, Ihor Dmitriv, irritado por los comentarios sexistas del político, le arrojó un zapato al funcionario. Es que, hablando sobre la adhesión a la OTAN, el político Oleh Soskin político había dicho que dicha eventual membresía por parte de Ucrania era más favorecida por las mujeres de su país porque ellas eran la parte "más inteligente" del cuerpo político o electoral. Dmitriv luego diría que su ataque había estado motivado por la supuesta locura del liderazgo político ucraniano, y agregó que "un zapato se va a convertir en uno de los principales medios (por parte de la gente común) para influir en sus dirigentes."27

En una reunión multitudinaria que tuvo lugar en Londres en enero de 2009, varios manifestantes arrojaron unos 1.000 zapatos frente a las puertas del número diez de Downing Street (la tradicional residencia del Primer Ministro británico), en repudio a los bombardeos del regionalmente poderoso Israel sobre la pequeña Franja de Gaza.28



El zapato visto por los árabes
Martin Asser
BBC

Protestas mostrando un zapato
Mostrar la suela del zapato puede resultar ofensivo en la cultura árabe.
En el mundo árabe, si uno quiere subir el tono de una situación en particular, diciendo por ejemplo "te voy a dar un golpe", sólo falta agregar "con un zapato" para que la amenaza se convierta en un verdadero insulto.

Esta dimensión cultural es el que le da aún mayor sentido al ataque del periodista iraquí contra el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, durante la conferencia de prensa en Bagdad.

En la cultura árabe, es incluso de mal gusto mostrarle a otro ser humano la suela de nuestro zapato.

Por cierto, uno no debe cruzarse de piernas (de modo que se esté mostrando la suela) en un lugar público, porque puede -sin querer- estar ofendiendo a la persona que se encuentra al lado.

Esta asociación se debe a que los zapatos son considerados "sucios" en la fe musulmana.

Además de las abluciones rituales antes de las plegarias, los musulmanes se quitan el calzado para rezar, y usar zapatos dentro de la mezquita está absolutamente prohibido.

Estos se deben dejar en la entrada o se deben llevar, preferiblemente, en la mano izquierda, con las suelas tocándose entre sí.

Sin embargo, más allá del significado que esto tenga para la religión islámica, la suciedad y degradación asociadas a la suela de los zapatos cruza todas las fronteras religiosas en Medio Oriente.

Sarcasmo

Las reacciones a este episodio que ocurrió el domingo han sido por demás curiosas, incluyendo comentarios de expertos que informan al público "que tirarle el zapato por la cabeza a una persona es considerado un insulto por el Islam".

O comentarios sarcásticos que dicen que "en otras religiones es un signo de afecto, amistad y buenos sentimientos".

En este contexto, creo que vale la pena mencionar que existe una rica historia en lo que a incidentes de zapatos que involucran a los Bush y a Irak se refiere.

Una de estas historias tiene que ver con un piso de mosaicos en la entrada del Hotel Rashid en Bagdad, con la imagen de Bush padre.

Dada su ubicación, quienes visitaban el hotel -en su mayoría oficiales de alto rango del partido Baas- tenían que pisar la cara del ex presidente, en venganza por los presuntos "crímenes de guerra" cometidos durante la liberación de Kuwait en 1991.

Se dice que el mosaico fue retirado del lugar, tras la invasión estadounidense y el derrocamiento de Saddam Hussein en 2003.

¿Héroe o villano?

A medida que iba creciendo la furia en algunos círculos árabes respecto a las políticas de Washington para Medio Oriente, los zapatazos comenzaron a dirigirse hacia los afiches de George W. Bush.

Mountazer al Zaidi
Muchos consideran heroica la acción del periodista de televisión iraquí.
Afortunadamente, durante la conferencia del domingo, Bush -quien deja el sillón presidencial dentro de un mes- esquivó el zapato que le lanzó el periodista iraquí Muntadar al-Zaidi, presuntamente la única arma que pudo introducir en el recinto, estrictamente custodiado por guardias de seguridad.

Muchos de los simpatizantes de Bush interpretaran este gesto como una acción malvada contra un hombre cuyas políticas liberaron al país de un dictador implacable.

Para ilustrar este punto, en otra época, quien hubiese perpetrado un acto semejante podría haber sido condenado a muerte, si se hubiese atrevido a confrontar de esta manera el régimen de Saddam Hussein.

En cambio, Bush recibió elogios por su respuesta digna.

Para otros, Zaidi es un héroe por llevar a cabo un golpe simbólico contra una persona a la que consideran responsable de las devastadoras guerras que azotaron al mundo musulmán y que han costado cientos de miles de vidas.

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